Ayer fue la otra media final, pero no pudimos reunirnos. Al final vi porciones del partido en casa, y aunque me alegro por mis amigos liguistas, pues yo no tenía nada que festejar y me fui a dormir. Yo no me subo a la camioneta...
De todas formas, creo que el día de ayer merece ser recordado, además, por el rescate de Ingrid Betancourt y los otros secuestrados. Aunque eso vuelve sensible el hoy para conversar de los temas delicados: política, religión y fútbol. Me voy a abstener.
Este fin de semana quería mucho ir a Quito, pero creo que no va a ser posible. Eso me pone muy triste, porque quiero mucho conocer a María Beatriz, y ver a los antiguos conocidos; supongo que solo tengo que ser paciente. Me voy a quedar por aqui poniendo en orden los pensamientos...
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