.- "Ves como es él, Señor?"
- "¿Ves como tú eres?"
- "Señor, ¿te refieres a que hay cosas que quieres cambiar en mi?"
- "Muchas cosas. ¿Estás dispuesta a escucharlas?"
- "Bueno, supongo."
- "Dime cuando estés en realidad dispuesta".
- "¿Por qué yo, Dios? Él es el que necesita cambiar."
- "El punto no es quién necesita cambiar. El punto es quién está dispuesto a cambiar."
- "Pero Dios, esto no es justo."
- "Yo nunca dije que la vida es justa, dije que yo soy justo."
- "Pero yo..."
- "Alguien tiene que estar dispuesto a comenzar."
- "Pero..."
- "¿Cuán importante es conservar tu matrimonio?"
- "Muy importante. Las otras opciones no son aceptables."
- "He dicho. Comencemos cambiándote a ti."
- "Ayúdame a tener una buena actitud en cuanto a esto, Señor."
- "Eso depende de ti."
- "¿Tengo que orar por mi esposo aunque él no lo esté haciendo por mi?"
- "Precisamente."
- "Pero eso no es...está bien, está bien, ya recuerdo. La vida no es justa. ¡Tú eres justo!"
(Silencio. Él está asintiendo con la cabeza desde el cielo.)
"Me rindo. Comienza. ¡Ay, esto va a ser doloroso! Ca...cambia...no puedo creer que estoy diciendo esto."
(Profundo respiro) "Cámbiame, Señor!"
Del libro "El poder de la esposa que ora" de Stormie Omartian.
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