Ponerse en acción

Resumo: los sucesos de las últimas semanas me han llevado a la conclusión que mi esposo y yo debemos irnos a Francia. No tengo idea de cuándo lo haremos ni cómo lo haremos, pero vamos a hacerlo...por el bien de la salud mental de ambos (y en el nombre del amor!).

Así que me puse en acción. Lo primero fue darme cuenta que mi pasaporte va a expirar en alrededor de 9 meses y la embajada solicita que tenga al menos 15 meses de validez para poder emitir la visa que necesito. Ya tengo las fotocopias listas (falta el dinero). Sé que necesito al menos 4 meses para obtener los permisos para Rodriga y Godzilla, lo que las pone arriba en la lista de cosas para hacer. Ya imprimí el formulario, y unas cuantas fotocopias. También terminaré el cambio de propietario del auto, así nadie se pica cuando lo vendamos para comprarnos uno allá.

Me dí cuenta que en un poco más de un año de vida juntos, nuestro equipaje creció, así que nos toca también elegir qué nos llevaremos, qué regalaremos y qué botaremos. ¡Muy difícil! Entonces, hasta que todo lo del párrafo anterior suceda y los papeles estén listos, comencé por mis cosas. Las que son mías, porque las obtuve antes que se formara la sociedad conyugal. Todo lo que he ido acumulando en 33 años de existencia. AY! Pero so far, so good...porque noté que es más fácil comenzar por las cosas a las que ya no les tengo tanto apego (ya estoy trabajando en el desapego de todo lo demás).

Es así como doy inicio a mi venta de garaje (o pulguero). Elementos con historia que están listos para ser compartidos e iniciar una nueva historia con un nuevo propietario. Este fin de semana removí el polvo de algunos libros, cds y bisutería, que los llevaré a mostrarlos en la ofi y lo que quede lo publicaré en el face (los que son mis amigos, podrán verlos). Algunos invaluables, encontrarán su destino por la vía no-comercial.

No sé cuándo nos vamos, pero sin duda estamos más cerca de ese día que ayer.

Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe...Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta (Santiago 2:24, 26)

Tengo alguien muy cercano que diría que su fe es más que demostrada en su obra de caridad. Pero estoy segura que no se refiere a esto este verso. Quiere decir que tus actos: tu forma de trabajar, como hablas, como tratas a tu gente más cercana; que todo eso muestre que el Espíritu Santo vive en ti.

¿Crees que Dios tiene grandes planes para ti? Yo también lo creo, pero Él hará lo que nosotros no podamos hacer. Así que vamos a levantarnos y pongamos en acción nuestra fe.