miércoles, enero 25, 2017

Punción folicular

Y finalmente llegó este día. Y estuve nerviosa. Y ahora me duele la barriga...

Llegamos aquí después de la celioscopía, y un plazo de 6 meses para tratar de lograr un embarazo naturalmente. Mi doctor, que es el más bacán de todos, consideró que no deberíamos perder más tiempo e intentar directamente la fertilización in-vitro.

Y más discreción! Que lo sigue haciendo duro, el vivir todas estas emociones en silencio, pero estoy segura que habrá valido la pena. Entonces, todo comienza con un estudio biológico donde nos dicen que somos aptos para el tratamiento. Luego el biologista, que se parece a Stanley Tucci, nos explica cuáles son nuestras posibilidades. Y partiendo de un estado mental positivo, nos sentamos a esperar el comienzo del ciclo.

La primera inyección es para bloquear el ciclo y no permitir una ovulación espontánea (si la hubiera). El primer wow a la ciencia que logra controlar nuestros cuerpos de esta forma. Quince días después hay un control que ellos lo llaman DHE (por dosaje hormonal y ecografía) y comienza el otro estrés de esperar la llamada de la secretaria del doctor. Que por supuesto la perdí porque no había buena recepción en la viña, la gentil dama deja un mensaje complejo para mi francés en crecimiento, y muy elegante para mi práctico esposo. En todo caso, hubo tiempo para contactar a la enfermera y meternos en su agenda. Inyecciones (dobles) por 5 días y luego un DHE, y esperar instrucciones. Hormonas: no son una fiesta! Los olas de calor, los cambios de humor y el hambre sin fin son reales. Aún peor después de 11 días! Finalmente, la última inyección que fue realmente caliente como para cerrar con broche de oro. 

Fue así que hoy llegamos a nuestra cita para la recolección. Esta vez logré dar las buenas noches a todos antes de noquearme con la anestesia. Ahora descanso en el sofá, con un buen show de tv (this is us) y 7 ovocitos menos, porque los dejé en el laboratorio, y por quienes oro pasen un buen momento con las células de mi esposo.

Lo más cruel del proceso son lo largas que se vuelven las esperas.

Mañana recibiremos las primeras noticias y yo seguiré orando.

No hay comentarios: