No es fácil dejar de un lado el temor, pero una vez más Dios nos está dando lecciones llenas de amor. Personalmente, aunque muy seguido siento que mis oraciones no son contestadas, percibo al Señor obrando muy sutilmente en mi, en mi esposo, en mi familia y al final eso es lo que más feliz me tiene.
Me di cuenta que no puedo poner pausa a la vida, ni a la mía ni a la de nadie, así que era imposible dedicarle todo el tiempo que me gustaría a mi esposo, cuando tenía que ayudar a mis hermanos. Confieso que estuve a punto de desesperar, pero Dios como siempre fue bueno conmigo y me recordó que cala más profundo la calidad que la cantidad, y me encuentro en una misión diaria de prestar atención a mi hogar, que todo esté en su lugar, aunque tenga que pasar menos tiempo ahí. Y pido en oración por protección especial a mi esposito durante mi ausencia, para que los pensamientos negativos no tengan cabida.
Orar. Orar es lo que nos mantiene en pie, a pesar de las circunstancias. Orar pone en actividad a la fe. Orar se lleva a pasear a las preocupaciones. Orar ayuda a dormir mejor.
Esta noche nos invito a todos a llenar nuestras mentes con pensamientos felices (como hace Peter Pan para volar)y agradezcamos a Dios en todo.
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:8 RVR60)"
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